1. Aprender y crecer juntos
Nuestros seres queridos con Alzheimer o cualquier otro tipo de demencia, pueden continuar disfrutando de sus actividades favoritas y así sentirse útiles. Una forma es compartiendo habilidades con otros. Clarita, una persona de 90 años con Alzheimer, que está a nuestro cuidado, le encanta tejer cobijas. Clarita, ha empezado a disfrutar de enseñarle a su enfermera a tejer, y ahora las dos se entretienen tejiendo cobijas juntas.
2. Mantener placeres simples
La clave para mantener la felicidad de nuestros seres queridos, es que puedan continuar haciendo las actividades que están acostumbrados.
Como es de esperar, sus habilidades físicas irán cambiando, por lo que les será difícil continuar con las actividades que estaban acostumbrados, sin embargo, con ciertos ajustes sencillos, ellos pueden mantener su independencia, dignidad y muy importante sentirse útiles.
Un buen ejemplo de esto es la historia de José. Él siempre fue un excelente nadador, pero cuando fue diagnosticado con Alzheimer a la edad de 70 años, no pudo volver a nadar.
La enfermera de José, sabía que él siempre había disfrutado de pescar con sus hijos cuando eran pequeños, por lo que pensó que llevándolo a pescar podía revivir esa pasión, sustituyendo las salidas a pescar por sus salidas a nadar.
3. Un poco de espontaneidad
Normalmente cuando se cuida de alguien, se mantienen rutinas, principalmente con el objetivo de crearles un ambiente familiar, en especial cuando sufren alguna demencia o limitación física.
Sin embargo, con frecuencia, el insistir en seguir rutinas impuestas, puede generar aburrimiento y un sentido de dependencia. Por esta razón, el incorporar flexibilidad y espontaneidad podría reincoporar emoción a la vida. Un buen ejemplo, es ofrecer alternativas, invitar a un amigo a una visita corta, caminar por otra ruta o sugerir jugar un nuevo juego.
4. Mantener una actitud de “sí puedo”
El simple hecho de enfocar las actividades de nuestros seres queridos en sus fortalezas y habilidades, y no en sus limitaciones e inseguridades, hace una gran diferencia en su calidad de vida.
Conversar con ellos sobre sus aspiraciones, metas y experiencias es importante para así descubrir maneras creativas para que las mismas puedan ocurrir.
Carlos, por ejemplo, enfermó y se le dificultaba realizar sus actividades diarias de siempre. El quedarse en su casa le provocaba ansiedad y soledad. Su enfermero encontró una cafetería cercana donde podían ir diariamente, leían el periódico y conversaban con otras personas.
Ya Carlos no podía salir como lo hacía antes, pero junto con su enfermero encontraron la manera de sentirse empoderado y con una vida social activa.
5. Observar
De verdad es importante escuchar y observar cualquier señal que nos indique que nuestros seres queridos se están sintiendo solos o inútiles.
Debemos esforzarnos por identificar lo que nuestros seres queridos realmente quieren. Por ejemplo, a Javier, un adolescente con autismo, el simple hecho de que tuviera responsabilidades en su casa, le hizo sentirse más independiente.
Nosotros velamos para que los enfermeros brinden la mejor calidad posible en el servicio, de forma que el paciente sienta que sus deseos son satisfechos.
Es sumamente enriquecedor cuando hay empatía y cuando trabajan en conjunto el cuidador y el paciente para que las necesidades de ambos se satisfagan.
¿ Qué tanta satisfacción proveen las actividades diarias de sus seres queridos?
El brindar un cuidado especializado, a través de enfermeros entrenados, puede hacer la diferencia en la independencia, capacidades y habilidades del familiar a quien se cuida.
Nuestro enfoque de cuidado está basado en la filosofía de “Eden Alternative”, donde el cuidado de cada cliente es personalizado, pues velamos por cumplir sus gustos, preferencias y necesidades. Buscamos lograr en conjunto un ambiente idóneo tanto para la persona a cuidar como su familia.
Estudios han demostrado que esto hace que todos estén satisfechos, el cuidador, el paciente y su familia. Para mayor información puede ir a www.edenalt.org.